Las personas infieles, ¿son buenas personas?
¿Qué pasa por la cabeza de una persona que engaña a su pareja? Es difícil dar una respuesta, pero de lo que sí podemos estar seguros es que la persona que engaña no está actuando bien y lo sabe.
Imagina que te casas para toda la vida. Nadie se casa por un tiempo. De modo que esperas del otro respeto, fidelidad, amor incondicional, apoyo y lealtad.
Cuando alguno de los dos rompe con el pacto de amor-lealtad-fidelidad que se hicieron, la confianza se pierde y es muy difícil recuperarla.
En cuanto la infidelidad se descubre, el dolor es inmenso. Pensar que esa persona en la que confiabas te ha traicionado, es muy difícil de asumir y más difícil de aceptar.
Seguramente te preguntas qué pasó. Por qué sucedió. En qué fallaste. Es lógico… quieres encontrar una explicación, cuando en realidad no siempre podrás encontrarla.
¿Y el infiel? ¿Qué tiene para decir? En el mejor de los casos, se hará cargo de su error. Pedirá perdón y rogará por una segunda oportunidad.
Pero por mucho que suplique, tú sólo puedes pensar en tu dolor. Sólo quieres tirarte en un rincón a llorar y a lamer tus heridas, porque el dolor es tan grande que no tienes fuerzas para nada más.
Las excusas.
El infiel nunca tiene motivos, sólo tiene excusas. Anteriormente, decíamos que el infiel arrepentido, que entiende el dolor que provocó, buscará solucionar su error o asumir su responsabilidad, pero… ¿qué pasa con los infieles que buscan justificarse?
Los infieles que no se hacen responsables de sus acciones, dirán que no se sienten comprendidos, que no se sienten deseados, que sus parejas trabajan demasiado y no les prestan atención, que no se sienten valorados, que ella sólo se ocupa de los niños, o que él sólo se dedica a trabajar… y así hasta el infinito.
Tal vez los infieles crean que estos son motivos válidos, pero no… no lo son. Quizás, puedan ser una explicación de haber caído en la infidelidad, pero nunca se podrá justificar con estos argumentos.
El infiel está actuando mal. No es de buena persona engañar y el infiel lo sabe.
¿Se puede perdonar una infidelidad?
Este punto es uno de los más discutidos cuando hablamos de infidelidad. No hay respuesta correcta; porque cada persona es un mundo y cada uno sabe por qué perdona o no perdona.
“Basta tan solo una mentira para poner en duda todas las verdades”, dice un refrán. Tal vez alguien llegue a perdonar, pero seguramente las cicatrices de esa herida siempre estarán ahí y ya nada volverá a ser igual.
La desconfianza estará siempre presente. La persona engañada nunca podrá tener plena seguridad en su pareja y la convivencia puede tornarse un infierno.
No… el infiel no es una buena persona. Después de haber engañado, no puede considerarse alguien digno de la persona que lo ama y que confía.
Una persona no puede prometer amar para siempre; en verdad eso nadie lo sabe. El amor puede terminarse; es una posibilidad.
Pero lo que sí se puede prometer, es ser fiel. Y si el amor ya no está, si el amor se termina, entonces queda la lealtad y la lealtad nos obliga a ser sinceros y honestos y a decirle al otro que ya no queremos seguir con la relación.
Por supuesto que también es triste y doloroso, pero se aceptará mejor una palabra sincera que un acto deshonesto o una traición.
Te mereces a alguien que te ame y que también te respete, pero que, si siente que sus sentimientos ya no son profundos, que también sea honesto y hable de frente.
Las experiencias de nuestros lectores nos interesan. ¿Qué opinas? ¿Se puede perdonar una infidelidad?