Técnica Julie Fellom: haz que tu hijo deje los pañales en 3 días.

Una de las más importantes etapas de la vida de nuestros hijos, es aprender a ser autónomos a la hora de ir al baño y el uso de la bacinilla, es el primer paso para lograr este objetivo.

¿Escuchaste hablar del método Fellon? Es una técnica creada por la maestra Julie Fellon para enseñar a nuestros niños a dejar los pañales.

Fuente: CANVA

Claro que la técnica tendrá resultado si tomamos en consideración que puede tomar más tiempo y que debemos respetar los procesos de aprendizaje de cada niño.

Si tu hijo ya está en edad de aprender a dejar los pañales o si va a asistir a la guardería, poder dar este paso, es fundamental.

¿Te preguntas en qué consiste? Aquí te lo explicamos.

Día 1 – Conocer la bacinilla.

Lo primero es crear las mejores condiciones para el niño. Si se encuentra en un momento en que está rodeado de estrés por algún motivo, es mejor demorar el aprendizaje. Pensemos que, por ahora, sólo puede hacer una cosa a la vez.

También debemos prever que nos quedaremos en casa ese día, ya que necesitamos estar alertas al momento del uso de la bacinilla y es mejor la tranquilidad de nuestra casa.

Si todo está listo, entonces llegó el momento. Le presentaremos al niño la bacinilla y le explicaremos para qué se utiliza.

Fuente: CANVA

A continuación, lo dejaremos sin ropa de la cintura para abajo. Es por eso que aconsejamos hacer esto en verano, para que no tome frío.

Ahora, es momento de que mamá esté atenta. Conocemos a nuestros hijos y tal vez, podemos anticipar el momento en que quiera hacer sus necesidades. Cuando sea ese el caso, llévalo a la bacinilla y espera.

Es importante también enseñar los procesos referentes a ir al baño: higienizarse con papel, descartarlo en el lugar indicado y lavarse las manos.

Si el niño reclama por sí sólo la bacinilla, es importante animarlo y felicitarlo.

En caso de que no haya usado la bacinilla correctamente, nunca debemos gritarle ni retarlo. Sólo volver a explicar el uso correcto.

Según Julie Fellon, se necesitan en promedio unas 12 veces ir a “visitar” la bacinilla para que se logre el uso correcto.

Es decir, mucha paciencia.

Fuente: CANVA

Día 2 – Una salida sin pañales.

El segundo día empieza muy parecido al primero, pero introduciremos una salida corta sin pañales.

Puede ser ir hasta un comercio a comprar algo que no nos lleve mucho tiempo. Le explicaremos a nuestro niño que debe ir a la bacinilla antes de salir, aun cuando no sienta ganas. Es importante hacerle notar que no tiene pañales.

Puedes intentar también este día dejarlo dormir sin pañales, y repetir el ritual de ir a la bacinilla antes de acostarlo.

Para evitar accidentes, recomendamos colocar un cubre colchón de plástico como protector.

Y una vez más… paciencia.

Día 3 – Prueba de fuego.

¡Llegó el día de la prueba de fuego! Como todo aprendizaje, el dejar los pañales tiene que ver con la repetición y la paciencia.

Hoy vamos a vestir al niño con ropa ligera y fácil de subir y bajar. (Un pantalón con elástico en la cintura para los niños o un vestido para las niñas, si fuera el caso).

Haremos un paseo un poco más largo de aproximadamente una hora, recordándole que antes de salir, debe hacer pipí y lavarse las manos.

Nuevamente recordaremos a nuestro niño que no tiene pañal puesto, pero tomaremos algunas precauciones en caso de “accidentes”.

Coloca una toalla absorbente sobre su silla o lleva una muda de ropa extra.

Fuente: CANVA

¿El método funciona?

Sí, el método funciona; pero siempre tengamos en cuenta que cada niño es diferente y que debemos respetar sus tiempos.

Por lo general, después de estos 3 días de entrenamiento, los niños solos van a pedir la bacinilla cada vez que lo deseen.

No cedamos a la tentación de ponerle un pañal, porque eso confunde al niño y retrocederemos todo lo avanzado.

Si al cabo de estos 3 días no logramos el objetivo, es mejor desistir y dejar pasar un mes antes de volver a intentarlo.

Sabemos que le estamos exigiendo mucho a nuestro niño, pero también el método es exigente para nosotros como padres, porque demanda tiempo, disciplina y paciencia.

Fuente: CANVA

Como todo aprendizaje, puede ser difícil y a veces frustrante y es por eso que no sólo los niños deben estar preparados, sino también nosotros. Busquemos el momento propicio para todos.

Y una vez más… paciencia.

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