Tocar madera y cruzar los dedos: la superstición nunca pasa de moda.
Dicen que somos seres racionales… hasta que se nos cruza un gato negro, rompemos un espejo o se nos cae la sal. Entonces, toda lógica desaparece y entran en juego siglos de supersticiones. No importa la edad, el país o el nivel educativo: todos tenemos, al menos, un pequeño ritual para atraer la buena suerte o espantar la mala.
A continuación, repasemos algunas de las más famosas supersticiones, con un toque de humor y un poco de historia.
🐈⬛ Cinco supersticiones de mala suerte (¡mejor evitarlas!)
- Romper un espejo
Origen: En la antigua Roma, se creía que el reflejo contenía el alma de la persona. Romper un espejo equivalía a dañar el espíritu, y la mala suerte duraba siete años… el tiempo que tardaba el alma en regenerarse.
Hoy: mejor secar el pelo sin mirar al espejo, por las dudas. - Pasar por debajo de una escalera
Origen: En la Edad Media, una escalera apoyada contra la pared formaba un triángulo, símbolo de la Santísima Trinidad. Romper ese triángulo era una ofensa religiosa.
Consejo: rodearla no cuesta nada, y evitas también que te caiga un balde de pintura encima. - Derramar sal
Origen: En tiempos antiguos, la sal era muy valiosa. Derramarla se consideraba una ofensa a la buena fortuna. Para revertir el mal augurio, había que lanzar un poco sobre el hombro izquierdo (donde se suponía que se escondía el diablo).
Hoy: si tiras sal, limpia rápido… o el diablo será tu gato. - Viernes 13
Origen: El número 13 ha sido considerado desafortunado desde la mitología nórdica, donde Loki, el dios del caos, fue el invitado número 13 a un banquete. Si además cae viernes, día de la crucifixión de Cristo, la combinación es explosiva.
Consejo: si puedes, no compres boletos de avión ni firmes contratos ese día. - Gato negro que se cruza en tu camino
Origen: En la Edad Media, se asociaban los gatos negros con la brujería. Se pensaba que traían desgracias o incluso enfermedades.
Hoy: si un gato negro se te cruza, quizás solo quiere que lo adoptes.

🍀 Cinco supersticiones de buena suerte (¡bienvenidas sean!)
- Tocar madera
Origen: los antiguos celtas creían que los espíritus vivían en los árboles. Tocarlos servía para pedir su protección o agradecerles.
Hoy: sigue funcionando, sobre todo si el examen o la cita te ponen nervioso. - Encontrar un trébol de cuatro hojas
Origen: en la tradición celta, los tréboles eran amuletos de protección. El cuarto pétalo representaba la suerte, ya que era algo poco común.
Si lo encuentras, guárdalo: o tienes suerte, o buena vista. - Herradura sobre la puerta
Origen: en la Edad Media se pensaba que el hierro ahuyentaba a los malos espíritus. Colocar una herradura era una forma de proteger el hogar.
Consejo: asegúrate de ponerla con las puntas hacia arriba, para que la suerte no se derrame. - Cruzar los dedos
Origen: en la antigüedad cristiana, dos personas cruzaban los dedos para invocar la protección divina antes de un peligro.
Hoy: lo hacemos solos, sobre todo cuando esperamos que nos respondan “te han contratado”. - Lanzar monedas a una fuente
Origen: los romanos arrojaban monedas a los manantiales para agradecer a los dioses del agua.
Actualmente: si lanzas una moneda, pide un deseo… o al menos disfruta la selfie.

Fuente: Google