Tu forma de sentarte puede revelar muchas cosas de tu personalidad.
No nos damos cuenta, pero el lenguaje corporal nos delata. Durante una conversación entre dos personas, la comunicación no verbal tiene una importancia a la que no le prestamos atención.
La posición en la que colocamos las piernas cuando nos sentamos, nos envían señales que pueden resultar muy útiles.
Mentirosos, manipuladores, sinceros, nerviosos… todas estas emociones pueden sucederse mientras interactuamos con otras personas, pero nos pasan inadvertidas.
Sin embargo, con estos datos que te vamos a revelar, podremos saber muchas cosas de nuestro interlocutor.
El profesor Albert Mehrabian, de la Universidad de California, en Los Ángeles, asegura que el 55% de la comunicación reside en el lenguaje no verbal, 38% al tono de la voz y un 7% a las palabras utilizadas.
Mira esta imagen y analiza a quien tienes sentado enfrente. ¡Te vas a sorprender!
Posición 1.
Las personas que se sientan juntando las rodillas y separando los pies, creen que dejando de lado los problemas, estos van a desaparecer.
Rechazan la confrontación y prefieren “escapar” de las situaciones problemáticas para no verse mezclados en cuestiones que sientes que no pueden manejar.
Asimismo, se trata de personas que tienen buen humor, porque resultan interesantes, creativas, encantadoras y que gozan de la ternura de un niño.
Precisamente este espíritu infantil, no les permite analizar mucho al momento de hablar y suelen lastimar a su interlocutor con sus dichos, sin mala intención.
Posición 2.
Las personas que cruzan las piernas al sentarse cuentan con una gran imaginación y son los típicos soñadores que todo el tiempo tienen nuevas ideas, especialmente en el aspecto profesional.
Huyen de la rutina y los apasionan los viajes y descubrir cosas nuevas. Son verdaderos nómadas que gustan de hacer nuevos amigos y conocer nuevos lugares.
Al mismo tiempo, son perseverantes cuando toman una decisión. Si emprenden un proyecto y después de un tiempo no están satisfechos con los resultados, no tienen problema en volver a empezar de cero.
Además, rechazan todo tipo de relación que crean les puede generar negatividad en sus vidas, tanto en las relaciones de pareja, de amistad o de trabajo.
Posición 3.
Las personas que se sientan con las piernas separadas, no toman ninguna decisión a la ligera. Incluso una compra simple les puede tomar varios días antes de concretarla, ya que se trata de personas selectivas, tanto para la ropa como para los zapatos, los perfumes o los muebles.
Pueden parecer personas desordenadas y desorganizadas, pero ellos entienden su “desorden” y se adaptan a él. Sin embargo, les cuesta concentrarse durante una conversación y sus interlocutores lo interpretan como un signo de arrogancia de su parte.
Posición 4.
Sentarse con las piernas juntas, casi rozando las rodillas y los pies, evidencia una personalidad un poco estructurada y demasiado formal y detestan a las personas irresponsables o impuntuales.
Son inteligentes y vulnerables y consideran que su tranquilidad es algo muy importante.
No se sienten cómodos con la idea de abrir su corazón y exponer sus sentimientos en público, al mismo tiempo que les cuesta ser afectuosos frente a otros.
Según expresan, un simple gesto como un beso, es un acto muy íntimo y no les gusta que se dé en público.
Sin embargo, cuando se trata de expresar lo que piensan, no tienen ningún problema, al punto de ser hasta un poco hirientes.
Evitan los eventos mundanos y prefieren quedarse en casa, porque es el único lugar en el que se sienten plenamente seguros.
Les cuesta aceptar las críticas y suelen estar a la defensiva.
Posición 5.
Sentarse con ambas rodillas de lado evidencia una personalidad paciente y la idea de que todo llega a quien sabe esperar. Son testarudos y perseverantes y nunca bajan los brazos hasta no alcanzar el objetivo que se fijaron.
Le dan mucha importancia a su aspecto físico y no dudan en invertir todo el tiempo y el dinero necesarios para verse perfectos.
La apariencia exterior es esencial para estas personas y siempre tratan de mostrar sus mejores atributos, pero… es posible que esta actitud, en el fondo, esconda una falta de confianza en sí mismos.
Es por eso que no soportan las críticas y no aceptan que alguien les marque sus defectos.
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