10 platos que nunca debes pedir en los restaurantes, según los expertos.

Ya sea que seas habitué de los restaurantes o que vayas muy de tanto en tanto; para disfrutar de los placeres de la buena mesa, debemos tomar ciertas precauciones.

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Tomamos la carta, leemos y releemos el menú y a veces no sabemos qué elegir. Sin embargo, destacados chefs como Gordon Ramsay o Anthony Bourdain, nos guían principalmente sobre lo que no es recomendable pedir en un restaurante.

Por supuesto que se trata de una generalidad, pero tal vez conviene tener en cuenta estas sugerencias, en especial, si es un restaurante que no conocemos.

El plato del día: dudoso.

Ante la inminente pérdida que significa no consumir un alimento que va quedando en el refrigerador, los restaurantes muchas veces crean un plato del día con esos ingredientes.

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Gordon Ramsay desaconseja pedir este plato, en especial si se trata de sopas, en donde casi siempre encontramos de todo un poco.

Si el restaurant no es de confianza, es preferible pedir la especialidad del chef, ya que se supone que en ese plato se juega su reputación y se esmerará en la preparación.

¿Es lunes? ¡No elijas pescado!

El chef Anthony Bourdain, explica que muchos restaurantes reciben su provisión de pescado los días miércoles o jueves, para cubrir las demandas del fin de semana.

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Es de imaginar que los lunes, los restaurantes que ofrecen pescado en el menú, no cuentan con pescado fresco. Para asegurarnos que el pescado sea fresco, es preferible consumirlo un jueves a la noche y no un lunes al mediodía.

¿Ensalada? Mmmmm…

Pensemos en todos los recaudos que tomamos cuando preparamos las ensaladas en casa: las mejores verduras, lavado adecuado, bien cortadas, retirando las partes deterioradas…

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No tenemos mucha idea de cómo se prepara en un restaurante y si cada ingrediente fue cortado sobre una superficie en la que a su vez se mezclan otros ingredientes.

Si no es la especialidad del lugar, busca una alternativa.

Frutos de mar.

Si no estamos en un lugar cerca del mar, no tenemos plena certeza de la calidad de los frutos de mar que componen el plato elegido.

Además, tratándose de un producto tan delicado, tenemos que asegurarnos de que esté bien fresco.

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Por otra parte, al igual que las frutas y verduras, los frutos de mar también tienen una temporada. Es infinitamente mejor el sabor si se consumen en temporada. (mejillones, camarones, langostinos…)

Pollo y huevos.

Algunos restaurantes cocinan y recocinan el pollo para evitar las infecciones por bacterias. ¿Quién quiere pagar por comer un pollo recalentado?

Algo parecido sucede con los huevos, además que no siempre se saben preparar y terminamos comiendo unos huevos insípidos, secos o quemados.

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Una vez más; si no es la especialidad del lugar, es mejor que no lo consumas.

Si no está en el menú, mejor no.

Si pedimos cazuela de mariscos en un restaurant en donde no es la especialidad, o una hamburguesa en una pizzería, lo más probable es que no resulte la mejor experiencia.

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Al ser productos que tienen poca demanda, es probable que ya lleven un tiempo largo dentro del refrigerador. Es decir, no es la mejor elección.

Algunos productos de buffet.

En algunos restaurante u hoteles, es común que ciertas comidas estén presentadas en modo buffet. Los comensales se acercan a las mesas exhibidoras, toman un plato y se sirven lo que más les gusta.

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Los chefs desaconsejan escoger comidas frescas o preparadas con cremas. Recordemos que estas comidas pasan mucho tiempo allí presentadas y no sabemos qué condiciones estarán.

Pan y vino.

Cuando pedimos una copa de vino, no te sorprendas que venga de una caja de cartón o de una botella que lleva abierta ya mucho tiempo. Además, es probable que te la cobren como si fuese un vino de calidad. Es decir, llegamos a la conclusión de que es preferible pedir directamente una botella.

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¿Y el pan? Las cestas de pan van pasando de mesa en mesa y la higiene no siempre está invitada. Algunos restaurantes le dan “un golpe de horno” al pan, para devolverle un aspecto “renovado”, pero no siempre es así.

Cuidado con las carnes.

Las carnes es mejor comerlas en un establecimiento en donde sean la especialidad. Así, te asegurarás de que los cocineros las preparen con el modo de cocción adecuado para cada corte.

Las carnes no muy cocidas, ponen en riesgo nuestra salud. Sin embargo, una carne demasiado cocida le resta sabor a la preparación y la reseca.

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El chef Anthony Bourdain, explica que muchos cocineros usan los cortes menos atractivos para responder a las demandas de carnes bien cocidas, ya que una carne bien cocina, cambia bastante de aspecto.

Fritos y refritos.

Las papas fritas son muy solicitadas porque quedan bien con casi todas las carnes y las hamburguesas.

El problema es que no sabemos bien si el aceite que se utilizó para cocinarlas ya cocinó una tonelada de papas fritas.

Usar un mismo aceite una y otra vez, es algo muy habitual en los restaurantes, que ven como una pérdida de dinero, descartar el aceite después de 2 o 3 usos.

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Lo fritos en general, no son buenos para la salud, pero si el aceite está recalentado durante horas o días, el riesgo es mayor.

La conclusión es bastante simple: es siempre preferible elegir un lugar en donde haya una especialidad que se venda con frecuencia, para asegurarnos de que la calidad de la comida sea siempre fresca.

¿Conoces otros consejos para dar a la hora de ir a un restaurante?

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