Calambres nocturnos: causas y cómo solucionarlo.
Los calambres musculares son un problema común, casi siempre benigno, más frecuente en mujeres embarazadas, personas ancianas y deportistas. Se caracterizan por una contracción repentina, dolorosa e involuntaria de uno o de varios músculos.
Los calambres pueden aparecer por la noche, a menudo en la pantorrilla o el pie, y manifestarse como contracciones musculares, ¡muy dolorosas! Pueden aparecer de forma aislada o como síntoma de determinadas afecciones médicas.
¿Qué es un calambre muscular?
Los calambres nocturnos son contracturas musculares benignas que se producen en reposo y afectan sobre todo a los músculos flexores de las extremidades inferiores. Por eso se producen con más frecuencia en la pantorrilla, el pie o los dedos.
El calambre comienza repentinamente sin ningún síntoma que advierta de su aparición. Durante el calambre, el músculo afectado está dolorido, rígido e incluso deformado. A la palpación, el músculo aparece contraído y muy sensible.
El calambre puede ser responsable de una postura anormal de los dedos de los pies o de las manos. También puede estar ligado a una deshidratación o pérdida de sales minerales.
Factores que contribuyen a los calambres
Los calambres pueden producirse sin motivo, o estar causados por problemas de salud. Si se repiten de manera continua, es necesario consultar con un médico.
Estos calambres, pueden darse en cualquier persona, pero son más frecuentes en personas mayores de sesenta años, mujeres embarazadas y deportistas. Son benignos, pero son molestos y aparecen con más frecuencia por la noche o durante el ejercicio físico:
Calambres nocturnos.
Los calambres que se producen por la noche se localizan en la pantorrilla y el pie. Son capaces de despertarnos y nos obligan a levantarnos, caminar o estirar el músculo. La frecuencia de los calambres aumenta con la edad y durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre.
También suelen aparecer en deportistas, debido a un ejercicio muscular intenso, prolongado y sin preparación, a menudo realizado en un ambiente caluroso y húmedo, o en las horas siguientes al ejercicio.
Es común que pasado el calambre la molestia persista durante algunas horas o incluso durante un día entero.
¿Qué hacer cuando tenemos un calambre?
¡Qué dolor! Los calambres pueden ser muy molestos y en ese mismo instante no sabemos bien qué hacer. Intenta encontrar alivio con estas soluciones simples.
- Interrumpe la actividad que ha provocado el calambre;
- Estira y masajea el músculo acalambrado. Por ejemplo, si se trata de un calambre en la pantorrilla, levanta la pierna y tira de la planta del pie hacia arriba (lleva la planta del pie hacia ti). Una vez hecho esto, prueba a caminar sobre los talones durante unos minutos.
- Si se trata de un calambre en el pie, toma tus dedos con una mano y llévalos hacia adelante (hacia tu pecho)
- Camina durante unos minutos descalzo sobre una superficie fría.
- Bebe agua; puede ser un problema de deshidratación.
- Si el dolor muscular persiste después del calambre, puedes tomar un analgésico y masajear el músculo con una crema, gel refrescante o aceite esencial.
Si sufres una enfermedad crónica, no dejes de consultar con tu médico.