Cáncer de pulmón: la detección temprana reduce 20% la mortalidad.

El primer factor de riesgo que señalamos en el cáncer de pulmón, es el tabaco y se debe a que, de 10 casos de cáncer de pulmón, 8 están ligados al peligroso hábito de fumar.

En América Latina, es la primera causa de muerte oncológica y el ranking lo lidera Cuba, luego Uruguay y, en tercer lugar, Argentina.

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El cáncer de pulmón se caracteriza por una multiplicación descontrolada de células anormales en el tejido pulmonar, principalmente, en los bronquios.

Hasta el año 1990, la enfermedad afectaba principalmente a los hombres. Sin embargo, desde hace 2 décadas, este número se mantiene estable, mientras que, en las mujeres, la cantidad aumentó de manera significativa debido a que cada vez fuman más.

Como en casi todas las enfermedades, la detección temprana, es la mejor defensa.

En el caso de la detección temprana, los médicos advierten que la pandemia del COVID-19, hizo que muchas personas postergaran los controles médicos.

Es así, que las personas llegan a la consulta con un estado avanzado de la enfermedad y con pocas probabilidades de mejorar el diagnóstico.

Es decir, el miedo a los contagios y a exponerse en los centros de salud, hizo que muchos se negaran a ir a ver al médico o a hacerse los estudios de detección temprana de la enfermedad.

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El cigarrillo, culpable.

El humo del cigarrillo es el responsable del 80% de los cánceres de pulmón. Una persona que fuma, tiene 10 veces más posibilidades de desarrollar la enfermedad, frente a una que no fuma.

Los fumadores pasivos, que son quienes aspiran el humo de los que fuman cerca, también están en riesgo. En estos casos, las posibilidades de enfermarse aumentan en un 26%.

Sin embargo, el cáncer de pulmón también puede aparecer como consecuencia de realizar una actividad laboral en la que se utilicen productos tóxicos.

En estos casos, son las empresas y los empleadores quienes deben tomar las medidas necesarias para proteger a sus trabajadores.

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Recomendación y prevención.

Se puede deducir de acuerdo a esta información, que un gran número de casos se pueden detectar con los estudios de control y se pueden evitar, mejorando nuestra higiene de vida.

  • Dejar de fumar.

Sabemos que no es fácil, pero es necesario hacer todo lo posible por abandonar este mal hábito que sólo genera problemas para la salud.

Existen programa de ayuda para fumadores que funcionan muy bien. ¡Puedes hacerlo!

  • Fumadores pasivos.

Son los que aspiran el humo de los que fuman cuando comparten el mismo espacio. ¡Aléjate!

Evita estos lugares o ventila los ambientes mientras alguien fuma.

  • Prevención profesional.

La actividad laboral de algunas personas, los obliga a estar en contacto con sustancias cancerígenas que aumentan el riesgo de cáncer de pulmón.

El amianto, el radón, el gas que escapa de los motores, el silicio, el cadmio y los hidrocarburos policíclicos aromáticos, son los principales responsables.

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  • Consulta con un especialista.

Si fumas o fumaste y tienes entre 55 y 74 años, es conveniente que visites a un neumonólogo para un chequeo de control. ¡No dejes de hacerlo!

  • Vencer el miedo.

Sabemos que el miedo puede paralizar, pero negarse a practicarse los estudios de detección, no salva vidas.

Recuerda que la posibilidad de curarse aumenta, cuanto antes sepamos que la enfermedad está presente.

Existen cada vez más tratamientos para enfrentar la enfermedad, que puede volverse algo crónico en lugar de algo letal.

No lo olvides… ¡Deja de fumar y haz una consulta con un neumonólogo!

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