El amor puede superarlo todo: la historia de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones

El 25 de septiembre es un día muy especial para Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, porque ambos festejan su cumpleaños.

Catherine y Michael se dedican palabras de amor y buenos deseos en las redes sociales y luego reservan los festejos para la intimidad de la familia.

“Es nuestro cumpleaños y es un día especial. Siempre estoy ansiosa por festejarlo”, cuenta Catherine.

Fuente MichaelKirkDouglas

Amor a primera vista.

Para ellos, fue un flechazo. Desde el mismo instante en que se conocieron, ambos sintieron algo especial.

Se conocieron en 1998 durante el Festival de cine de Deauville. Michael se encontraba sentado al lado de Catherine durante la cena y tal vez… fue el destino el que los unió

Le declaró su amor ese mismo día y le dijo: “quiero ser el padre de tus hijos”. ¡Y la técnica de conquista dio resultado!

Dos años después, se casaron en una lujosa fiesta en el Hotel Plaza de Nueva York.

Luego, llegaron sus hijos Dylan de 23 años y Carys de 20.

Fuente: Pinterest

El amor se pone a prueba.

A pesar del amor que se tienen el uno por el otro y que ha sostenido su matrimonio hasta ahora, esta pareja también tuvo que sortear las dificultades que todas las parejas sufren.

Cuando la bipolaridad de Catherine la aleja de la industria cinematográfica, Michael revela en 2010 que sufre de cáncer de garganta en estado 4; el más avanzado.

En 2013, y después de muchos tratamientos e incertidumbre, el actor logra vencer su enfermedad, pero la pareja se había deteriorado y deciden tomar distancia.

La pausa sólo dura unos pocos meses. Cada uno elaboró sus dificultades por su lado, y deciden darse una nueva oportunidad.

“Sigo amando a Catherine como siempre, o quizás más. Y afortunadamente, los sentimientos son recíprocos. Tuvimos que trabajar sobre muchas cosas, pero si en una pareja los dos quieren que funcione, se puede lograr”, dijo Michael en una entrevista, poco después de recuperarse de su enfermedad.

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Ellos volvieron a apostar a su matrimonio y a la familia, pero sólo pudieron hacerlo porque querían y porque se amaban.

El haber estado separados unos meses lo hizo tomar conciencia del verdadero valor que tiene su relación.

Michael confiesa que es necesario dejar el rencor y el ego a un lado, si de verdad queremos solucionar los problemas y que no vale la pena empecinarse en determinar quién tiene razón y quién está equivocado.

A pesar de las dificultades, los momentos dolorosos y los desencuentros, ellos siguen adelante, y forman parte de esos matrimonios de Hollywood que resisten el paso del tiempo y de la vida, contra viento y marea.

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