Estos son los síntomas que podrían estar avisándote que sufres un ACV.
El ictus es el nombre que recibe toda manifestación neurológica que ocurre de manera repentina, con consecuencias bien definidas y variadas como pérdida de memoria, coma o parálisis.
Los ictus son en un 99% de origen vascular y se asocian a la noción de aparición brusca. Afectan principalmente a las mujeres.
Los accidentes cerebrovasculares, se producen cuando una parte del cerebro se encuentra privada de sangre en razón de la obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo o su ruptura.
La gravedad del accidente cerebrovascular depende de la localización y de la extensión de las zonas cerebrales afectadas. Puede ser tanto mínima como letal.
En la medida en que las diferentes zonas del cerebro controlan las distintas funciones, los efectos específicos de un accidente cerebral, dependen de la región alcanzada.
Un pequeño ACV en una zona esencial del cerebro puede provocar una discapacidad permanente, ya que las células cerebrales no se regeneran y las lesiones pasan a ser permanentes.
Cada minuto que pasa, el ACV no tratado, genera la destrucción de millones de células cerebrales. La ruptura de un vaso sanguíneo puede provocar un accidente vascular hemorrágico.
¿Cuáles son las señales de alarma?
– Sensación de debilidad en el rostro, brazo o pierna. A menudo, de un solo lado del cuerpo.
– Confusión súbita, dificultad para hablar o comprender.
– Trastornos visuales con pérdida de visión de uno o de los dos ojos.
– Dificultad para caminar, sensación de vértigo, pérdida del equilibrio o de coordinación.
– Desmayo.
– Náuseas y vómitos.
¿Cómo evitar un ictus?
Veamos 6 medidas que podemos poner en práctica para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular y los peligros que presenta.
– Conocer sus factores de riesgo personal: hipertensión arterial, hipercolesterolemia.
– Practicar de manera regular actividad física.
– Equilibrar la alimentación, privilegiando frutas y verduras y reduciendo el consumo de sal para mantenerse saludable y evitar la hipertensión arterial.
– Limitar el consumo de alcohol.
– Evitar fumar. Si fuma, solicite ayuda para dejarlo.
– Aprender a reconocer los signos de alerta de un accidente cerebrovascular.
Dieta con bajo contenido de sodio.
Se recomienda reducir el consumo de sal a menos de 5 g al día, para disminuir el riesgo de ACV.
– La sal incrementa la presión arterial.
– Cuanto más elevada es la presión arterial, mayor es el riesgo de sufrir un ACV.
– Los adultos deben consumir menos de 5 g al día y los niños, aún menos.
– Es imperioso que los niños coman con poca sal, ya que la tensión arterial comienza a aumentar desde la infancia.
– La mayoría de la sal que consumimos cada día, está presente en los alimentos como el pan, las salsas, el queso y las carnes transformadas, además de la que usamos en la mesa y durante la cocción.
Otros consejos…
– La dieta Mediterránea es una buena opción.
– Evitar el estrés y el sobrepeso.
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