Cómo cuidar una planta cuna de Moisés para que florezca.
La planta Cuna de Moisés, Lirio de la Paz o Spatiphyllum, es una planta de interior que seduce por aspecto decorativo y sus flores tan especiales y hermosas que duran meses.
Aunque sea una planta bastante fácil de cuidar, es esencial conocer algunos cuidados a tener en cuenta para que florezca.
Vamos a conocer algunos datos importantes referentes a esta planta.
La Cuna de Moisés o Lirio de la Paz es originaria de América del Sur. Sus hojas son de color verde oscuro y en forma de punta, mientras que sus flores, con forma de espata, son de color blanco con un tinte verde o crema. De ahí su nombre: spatiphyllum.
Puede llegar a medir 1 m de alto, según cualquiera de sus tres variedades, pero independientemente de la que tengas en casa, verás que se trata de una planta, cuyas hojas nunca caen, ni siquiera en invierno y la floración se produce en el mes de octubre.
Respetando las condiciones óptimas de cultivo y cuidados, esta floración se puede mantener durante meses, a lo largo del año.
Buenas condiciones de cultivo.
- Mucha luz, pero no sol abrasador.
- Ambiente húmedo compuesto por una base de grava (pedregullo) y agua en el fondo.
- Sustrato de buena calidad, en una maceta acorde a su tamaño.
- En caso de que haya tallos secos, córtalos desde la base.
Floración del spatiphyllum.
Al igual que todas las plantas, el spathiphyllum sólo dará flores cuando esté “estresado”. Si su ambiente le es favorable y la planta se siente cómoda… ¿por qué molestarse en florecer?
El spathiphyllum no crece por dos razones bien definidas:
- No tiene buenas condiciones de cultivo.
- Está tan bien cuidada que no necesita dar flores.
En el primer caso, revisa la luz que recibe tu planta y que la tierra sea de buena calidad.
En el segundo caso, será necesario “estresar” un poco a la planta suspendiendo el riego. La planta tendrá sed y lo demostrará relajando sus hojas hacia abajo. Cuando esto suceda, riega tu planta. Luego, espera a que vuelva a tener sed y vuelve a regar.
Sigue con este “tratamiento” hasta que aparezca el primer tallo de flor.
Para que sus hojas siempre estén brillantes, rocíalas con agua de lluvia o límpialas con un paño, con mucho cuidado. ¡No uses ningún otro producto que no sea agua!
Asimismo, gira cada 2 o 3 días tu maceta de modo tal que todas las hojas reciban luz solar.
Cuando quieras cambiar de maceta, coloca la plata del revés para que salga sin romperse. En caso de que no se despegue, no dudes en romper la maceta, ya que es probable que las raíces se hayan adherido a las paredes interiores y forzarla, es arreigarse a que se dañen.
¡Excelente consejos para obtener las más lindas flores!