Cortisol, la hormona del estrés: qué es y por qué hay que controlarlo.

Muchas veces te habrás preguntado qué es el cortisol y por qué es tan importante controlarlo.

En primer lugar, el cortisol es una hormona fabricada por las glándulas suprarrenales que juega varios roles en el organismo, porque interviene principalmente en:

• El metabolismo de los glúcidos, lípidos y proteínas: permite regular la glucemia aumentando la síntesis de glucosa por parte del hígado, pero también estimulando la liberación de lípidos y proteínas en la mayor parte de los tejidos.
• La reacción antiinflamatoria.
• La regulación de la presión arterial.
• El crecimiento óseo.
• La respuesta al estrés: el cortisol a menudo es llamado “la hormona del estrés”.

Asimismo, esta hormona le permite el organismo adaptarse mejor a un estrés emocional o físico.

Además, moviliza la energía necesaria para asistir a los músculos, al cerebro y también al corazón.

• La regulación del agua, que preserva el equilibrio fisiológico del organismo.
• El sueño.
• El sistema inmunológico.

Tomemos en cuenta que el cortisol varía en función de los momentos del día y de la noche.

Se encuentra en su nivel máximo durante la mañana, pero disminuye a lo largo del día para alcanzar su nivel más bajo durante la noche.

¿Cuándo hacer un control de cortisol?

Un control de cortisol en sangre puede ser indicado por un médico para detectar eventuales deficiencias de la glándula córtico suprarrenal.

Mantiene un ritmo circadiano y el máximo nivel se detecta entre las seis y las ocho de la mañana.

Valores normales.

En los hombres, las mujeres y los niños, los valores normales de la tasa de cortisol dependen de la hora en que se toma el registro.

Ciertamente, los controles se pueden hacer tanto en sangre como en orina.

A las ocho de la mañana, el valor debe encontrarse entre 275 y 685 nmol/l (nanomoles por litro). A las 12hs debe estar entre 190 468 nmol/l, a las 16 hs debe encontrarse en 165 y 300 nmol/l, a las 20 hs entre 110 y 250 nmol/l, y a medianoche, entre 55 y 190 nmol/l.

Los niveles elevados de cortisol pueden ser indicador de:

• Síndrome de Cushing (hipertensión, obesidad, hiperglucemia, etc. Exceso de secreción de la hormona córtico suprarrenal).
• Anorexia.
• Enfermedades neuropsiquiátricas.
• Un tumor benigno o maligno en las glándulas suprarrenales.
• Una infección aguda.
• Un accidente capsular cerebral, un infarto de miocardio.
• Una cirrosis de hígado, o alcoholismo crónico.

Sin embargo, un bajo nivel de cortisol puede ser indicador de:

• Insuficiencia suprarrenal.
• Enfermedad de Addison.
• Insuficiencia del funcionamiento de la glándula hipófisis o del hipotálamo.
• El uso prolongado de corticoides.

Por lo tanto, si crees que algún desajuste orgánico responde a niveles altos o bajos de cortisol, no dejes de consultar con un especialista.