Cuando sientas que alguien te ignora, simplemente; aléjate.
Los motivos por los cuales una persona te evita, pueden ser múltiples y variados, pero de lo que sí puedes estar segura, es de que no tiene la capacidad de comunicar lo que le sucede.
Los signos son claros: en una reunión social, la persona se aleja cuando te acercas, no responde a tus llamados o mensajes o cuando no tiene más remedio que enfrentarte, habla poco, con respuestas evasivas y rehúye la mirada.
Es importante entender que, con el tiempo, las relaciones cambian. Podemos pensar que los años hacen que la relación con una persona se hace más fuerte, pero no siempre es así.
Como primera reacción, es común pensar que hiciste o dijiste algo que pudo molestar y alguien te está evitando por ese motivo.
Pero si no encuentras razones para que otros se alejen y te eviten, entonces tal vez conviene enfrentar la situación.
Está claro que de la otra parte no van a dar el primer paso. ¿Quién dice que ese primer paso no puedes darlo tú? Si valoras la relación, puedes hacerlo. Es un signo de nobleza de tu parte y le demuestras al otro que lo valoras.
Si le planteas a alguien que tienes la sensación de que te está ignorando, tal vez la respuesta te haga ver cosas que habías pasado por alto.
¡Pero cuidado! Podrías descubrir algo que te haga sentir mal o que te duela. Para este momento, hay que estar preparado.
Hablar honestamente y con el corazón, podría significar el comienzo de una relación diferente y más sólida. Siempre es mejor aclarar los malos entendidos.
Ahora bien, si la persona te responde con evasivas, trata de terminar la conversación lo antes posible o simplemente te dice que no es cierto cuando tú ves claramente que te está evitando, entonces sólo te queda una alternativa: alejarte de esa persona.
No siempre podrás entender la actitud de los que te rodean. Las personas tienen reacciones de lo más variadas y a veces, ni ellos mismos saben por qué hicieron o dijeron algo.
Tú, debes protegerte. Aléjate de aquellos que te ignoran. No esperes que vengan a ayudarte en un momento de necesidad. No eres importante para ellos y es necesario asumirlo.
Incluso, pueden ser personas egoístas que se alejan porque no les importas y se acercan cuando creen que puedes serles útil para algo. Esa es la peor clase de individuo. Es una persona tóxica y nadie necesita a alguien tóxico a su lado.
Por último, piensa en una tercera opción. ¿Qué haces cuando alguien no te gusta? Sí, tú también la evitas. Y tienes derecho a hacerlo.
No todas las personas que conoces te caen bien y, de la misma manera, no puedes esperar caerle bien a todo el mundo.
Tu eres una persona libre que elige con quién estar y con quién relacionarse. Y los demás, hacen lo mismo.
Después de haber agotado las instancias de pensar en una razón por la cual alguien te evita o de enfrentar la situación y no obtener una respuesta concreta, entonces te puedes sentir satisfecha con haber actuado honestamente.
Tu conciencia está en paz.
Ahora sí, puedes seguir con tu vida sin mirar atrás. Con el tiempo, esas personas que te evitan, podrían convertirse en personas tóxicas; algo que no necesitas tener cerca.
Vive tu vida rodeada de gente positiva que te demuestre que disfruta de tu compañía. Tú también tienes esa posibilidad de elegir.
“La vida son tres días y ya pasaron dos”. Un refrán muy acertado. Disfruta de tus días compartiendo el tiempo con los que eliges y que, a su vez, también te eligen.