7 alimentos que provocan espinillas y granos

Es cierto que la falta de cuidado, los genes e incluso las hormonas favorecen la aparición de esas espinillas y granitos que tanto nos disgustan, pero… la alimentación también tiene mucho que ver.

Los fiambres, el chocolate y otros alimentos, también son responsables de las molestas espinillas. ¿Por qué? Porque nuestra piel también es un órgano de eliminación.

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Nuestro organismo procesa todo lo que ingerimos, pero cuando se ve superado por la acidez y no puede procesar tanta, se evidencia a través de nuestra piel.

De modo que, una manera de evitar los granitos y las espinillas en la cara, será de vigilar un poco más lo que comemos y tratar de evitar ciertos alimentos.

Veremos algunos de los más perjudiciales.

Alcohol.

Si notas que tu piel tiene mal aspecto después de algunas copas de alcohol, no te sorprendas. El alcohol tiene una enorme cantidad de azúcar lo que influye en los niveles de insulina y desajusta las hormonas, especialmente la testosterona.

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El alcohol afecta nuestra piel, además de contribuir al aumento de peso.

Leche.

Un estudio realizado por la American Journal of Dermatology, demostró que quienes consumen entre 2 y 3 vasos de leche al día, aumentan en un 44% el riesgo de sufrir acné severo.

También podemos incluir a la leche descremada o parcialmente descremada, porque a pesar de que tienen menos grasa, tienen más lactosa y la lactosa y las hormonas en la leche, constituyen una combinación nefasta para la piel.

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Las vacas reciben suplementos de progesterona para que produzcan más y algún resto de estos componentes quedan en la leche. Al ingerirlos, se convierten en andrógenos, como la testosterona que favorece la producción de sebo y, en consecuencia, la aparición de espinillas.

Si la leche forma parte de tu rutina, podrías intentar probar otras más saludables como la leche de almendras o de avellanas. Estas leches naturales contienen vitamina E, que favorece la calidad de la piel.

En cuando a los quesos, los más saludables son los de cabra o de oveja.

Pan blanco y productos refinados.

Estos productos no poseen vitaminas ni nutrientes. Provocan un aumento exponencial de la insulina en la sangre, de la misma manera que lo hace el azúcar.

Las harinas blancas transformadas son un alimento rico en glucosa y eso hará que tu piel genere más sebo. Es el ambiente propicio para que aparezcan espinillas y puntos negros.

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A todos nos gusta el pan y las pastas, pero lo mejor es evitarlas.

Lo mejor es optar por cereales integrales y para las harinas elegir espelta, centeno o sarraceno.

Bollería.

La bollería puede ser un enorme placer en el desayuno, pero no es nada aconsejable tanto para la silueta como para la piel.

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Por empezar, están hechas a base de harinas refinadas a las que se les agrega azúcar, también refinada.

También contienen grasas trans, leche y sodio. ¡Una combinación explosiva para la piel!

Podemos darnos un gusto cada tanto, pero lo mejor que evitar todo lo posible este tipo de productos.

Papas fritas.

El problema con las papas fritas, no tiene que ver con las papas, sino con el tipo de cocción.

Por lo general, consumimos las papas fritas con algún tipo de carne asada o grillada. Esta combinación, produce una reacción química en los lípidos y las proteínas.

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Esto, junto con las grasas trans de las papas fritas, es un coctel agresivo para la piel.

De preferencia, evitar la mezcla de carnes y papas fritas. Preferentemente, elige carnes magras o aves y verduras u hortalizas cocinadas con un poco de aceite de oliva o al vapor.

Chocolate.

Sí, sabemos que te estamos dando una mala noticia, pero por muy sabroso que sea, el chocolate también provoca la aparición de acné, granitos y espinillas.

Ya sea negro, blanco o con leche; el chocolate aumenta la producción de interleuquinas-1b, una proteína natural que produce el sistema inmunitario y que favorece el riesgo de inflamación cutánea.

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No está mal darse un gusto. El chocolate nos da sensación de bienestar, pero es importante limitar su consumo.

Si habitualmente consumes unos trocitos con el café después del almuerzo, reduce el hábito a 1 o 2 veces a la semana y el resto de los días reemplázalo por frutos secos como almendras, avellanas o nueces.

Dulces y golosinas.

El chocolate en sí, no es tan dañino, sino que el problema reside principalmente en el tipo de chocolate, la cantidad de azúcar que contiene y la cantidad que se consume.

Es el caso del chocolate blanco o con leche. Estos tienen mucha azúcar y poco cacao, además de otros ingredientes que son nocivos para la salud en general.

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Es decir, el azúcar es el principal problema con las golosinas y los dulces. Estos provocan picos de insulina y, en consecuencia, la secreción de sebo como ya hemos explicado.

Lo mejor es el chocolate negro (amargo) que es un aliado indiscutible, siempre y cuando no se abuse de él debido a las interleuquinas-1b.

Sin embargo, elimina las golosinas con exceso de azúcar que no le hacen ningún favor a tu piel.

La alimentación no lo es todo.

Así es, el factor hormonal no se debe descartar y lo mejor es consultar con un dermatólogo para que recomiende el mejor tratamiento.

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Mientras tanto, hidrata tu piel, sobre todo si es seca. Utiliza cremas hidratantes de:

  • Aceite de jojoba
  • Gel de aloe vera.
  • Aceite esencial de árbol de té.

¡Y nunca olvides el desmaquillante antes de irte a dormir!

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