Su baño brillara como nunca con este limpiador hecho en casa.
Ningún lugar de la casa se ensucia tanto como el baño y al mismo tiempo es uno de los que más fastidio nos da limpiar, pero sabemos que debemos hacerlo.
Es normal que el baño se ensucie más que cualquier otra parte de la casa porque al igual que en cualquier lugar donde circula demasiada agua, siempre está húmedo y se crean las condiciones ideales para que proliferen las bacterias y se acumule el sarro.
Llegó la hora de una limpieza profunda del baño. No sólo se trata de retirar las manchas y la suciedad sino también ese sarro acumulado que tanto nos molesta y afea el baño.
En primer lugar, vamos a retirar todo lo que pueda incomodarte a la hora de limpiar como ser ropa, canastos de ropa sucia, estantes colgantes y demás objetos que puedas remover del lugar.
En segundo lugar, debes proveerte de todos los elementos que sepas vas a utilizar para que no debas interrumpir la limpieza para ir a buscar alguno (guantes, artículos de limpieza, cepillos, paños absorbentes, desodorantes, limpiadores, etc.)
En tercer lugar, abre bien puertas y ventanas para permitir que corra el aire ya que probablemente utilices productos tóxicos y es preferible tener los ambientes ventilados.
Haremos una limpieza profunda de cada uno de los artefactos del baño para que simplemente en los días sucesivos solamente debas hacer un repaso general hasta tu próxima limpieza profunda.
1) Bañera y ducha: Alguna de las manchas que se instalan en la bañera son realmente tenaces y se niegan a desaparecer a pesar de nuestros esfuerzos.
En consecuencia, siempre parece estar sucio. Descarta todo tipo de elemento tóxico o abrasivo que pueda dañar la superficie. Utiliza mejor productos naturales.
Mezcla en una botella 100 ml de vinagre con 100 g de sal de cocina y agita día. Extiende sobre las superficies esta mezcla y deja actuar media hora. Las manchas desaparecerán, pero de ser necesario repite la operación y enjuaga bien. Para un mejor resultado, utiliza el vinagre caliente.
También puedes reemplazar la sal por bicarbonato de sodio.
2) Antideslizantes: ¿Colocaste en tu ducha o en tu bañera un antideslizante para no resbalar? Con el tiempo se desgastan y se despegan dejando marcas difíciles de retirar.
Retira cualquier resto que haya quedado pegado, deja secar bien y extiende con la ayuda de un pincel un producto decapante a base de cloruro de metileno.
Aplica una gruesa capa. Deja actuar algunos minutos y luego raspa con la ayuda de una espátula. Finalmente, limpia con una esponja y enjuaga.
3) Azulejos y baldosas sucias: A la suciedad le gusta incrustarse en los lugares menos accesibles. Rincones, grietas y juntas son sus lugares preferidos, pero, ante todo, debemos tener en cuenta que prevenir el moho y la suciedad hará que luego no debamos esforzarnos tanto.
Mezcla una parte de detergente, otra de ácido muriático y otra de lejía (lavandina) y tres partes de agua. Con la ayuda de un cepillo duro o un cepillo de dientes a descartar, frota con esta mezcla las partes negras de rincones, grietas y juntas. Enjuaga a medida que vas limpiando.
En lo sucesivo, puedes optar por barnizar estos lugares para evitar la acumulación de moho y suciedad al igual que mantener aireados los ambientes.
¡No dejes de utilizar guantes para realizar esta tarea!
4) Vidrios y espejos: Nada más hermoso que un vidrio que ni siquiera parezca que esté ahí o un espejo inmaculado. ¡Pero qué difícil es conseguirlo!
Embebe un paño con vinagre caliente y frota vidrios y espejos. El papel de diario embebido en alcohol de quemar también es muy eficaz. Si en los vidrios o espejos hay manchas de grasa, frota con una rodaja de limón esos sectores antes de limpiarlos.
5) Lavabo: Para limpiar los lavabos utiliza una esponja y un limpiador no abrasivo. Enjuaga con agua y seca para evitar las marcas que deja el sarro. Nunca utilices alcohol o elementos que raspen.
6) Flor de ducha: Todos ya hemos pasado por la penosa experiencia de una ducha (regadera) tapada por la suciedad o por el sarro.
Cuando esos pequeños agujeritos se tapan, el agua no circula de manera debida y la presión disminuye.
Para solucionarlo, coloca agua y vinagre a partes iguales en una bolsa de plástico e introduce la flor de la ducha sujetándola con un lazo o un elástico. Deja actuar una o dos horas, o de ser posible toda la noche.
Cuando lo retires, aprovecha para limpiar la parte metálica de afuera, pero deja correr el agua para liberar los orificios del sarro.
7) Grifería: Con el resto de las grifería, canillas y demás objetos metálicos que tienen contacto con el agua y comienzan a ponerse blancos de sarro, puedes utilizar la misma base que en el punto anterior, con la ventaja de que estos elementos se pueden desenroscar o retirar para luego sumergirlos en un recipiente con agua y vinagre y de esta manera dejarlos brillantes y como nuevos.
8) Sanitarios: Los sanitarios en general no son difíciles de limpiar, pero sí muchas veces el sarro va dejando una línea amarilla bastante rebelde y difícil de retirar.
Mezcla en un recipiente a partes iguales agua y vinagre, un poco de detergente y bicarbonato y limpia esta parte al igual que el resto de los sanitarios con esta mezcla y agua caliente. ¡No dejes de utilizar guantes!
9) Cortina y Alfombra: Después de haber dejado tu baño reluciente e impecable llegó el momento de dedicarse a la cortina de la ducha y la alfombra.
El plástico interior de la ducha suele tomar un color amarillo debido a la formación de hongos. Puedes lavarlos en el lavarropas con agua tibia y dos o tres cucharadas de bicarbonato y vinagre. Esto no sólo lo dejará como nuevo sino que eliminará todo tipo de bacterias.
Mismo tratamiento para la alfombra del baño.
Después de cada uso, no dejes de abrir ventanas para que el ambiente se ventile y dejar bien extendida la cortina para que se seque y no proliferen los hongos en un medio húmedo.
10) Rejillas y desagües: Bien sabemos quienes tenemos el cabello largo que son los responsables muchas veces de que las rejillas en las tuberías se tapen.
La mezcla de cabellos sueltos y jabón son una mala combinación para los caños en donde suelen quedar atascados y provocar malos olores además de estancamiento del agua.
Coloca siempre rejillas para atrapar la suciedad antes de que llegue a las tuberías y de manera periódica desinfecta con una mezcla de vinagre y bicarbonato que debes verter por la canaleta y dejar actuar durante una noche. Por la mañana, arroja varios litros de agua hirviendo y deja correr el agua.
La limpieza del baño ya no será un trabajo tedioso si utilizas estos recursos simples y luego mantienes la limpieza de manera periódica.
Recuerda que ventilar es fundamental para evitar la proliferación de hongos en un lugar tan húmedo.
¿Qué otra solución casera conoces para dejar el baño como nuevo?