7 consejos eficaces para activar el metabolismo y perder peso.
Cuanto más aceleremos el metabolismo, más calorías se queman y menos grasa se almacena. Por lo tanto, si nos interesa perder peso, es muy importante potenciarlo. ¿Qué te parece aprender cómo hacerlo?
El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que se producen en las células, a través de las cuales el organismo transforma lo que consumimos en energía. Existen dos tipos de metabolismo: el metabolismo básico o basal (MB) y el mecanismo activo.
Metabolismo basal:
Es la energía que gastamos a diario estando en reposo para garantizar las funciones vitales (respiración, digestión, funcionamiento del cerebro, mantenimiento de la temperatura corporal, etc.). está directamente ligado al sexo, edad, estatura y peso.
En promedio, la tasa metabólica basal de un hombre es de 1.500 calorías y la de una mujer de 1.300 calorías al día.
Mecanismo activo:
Corresponde al aumento de las necesidades energéticas del organismo durante el ejercicio físico.
¡Mira cómo hacerlo!
Más movimiento:
Para aumentar el metabolismo de forma natural, no hay nada como el deporte regular de alta intensidad. Y por una buena razón: el deporte, y más concretamente el entrenamiento con pesas, aumenta la cantidad de músculo. Cuanta más masa muscular tenga, mayor será la tasa metabólica porque los músculos consumirán más energía. El cuerpo quemará calorías no sólo durante el ejercicio, sino también en reposo.
Más proteínas.
Aumenta la cantidad de alimentos ricos en proteínas en tu menú diario. Aves de corral, huevos, pescado y productos lácteos. Además de que las proteínas ayudan a construir y mantener las fibras musculares, requieren mucha energía para digerirse y asimilarse, mucha más que las grasas.
Más comidas.
Para acelerar nuestra “máquina de quemar calorías”, también debemos asegurarnos de comer a horas fijas y no saltarnos ninguna comida. Cuando este ritmo se interrumpe, tu metabolismo se ralentiza. Si el cuerpo recibe menos alimentos, empezará a ahorrar energía, quemará menos calorías y almacenará más grasa.
Más agua.
El agua es indispensable para nuestro organismo, pero al mismo tiempo juega un rol fundamental en la aceleración del metabolismo.
Bebe al menos 2 litros diarios, principalmente entre las comidas. Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, beber 500 ml de agua (dos vasos grandes) ayuda a aumentar temporalmente la tasa metabólica en un 30% aproximadamente. Además, el agua favorece la sensación de saciedad y puede calmar la sensación de hambre.
Menos azúcar.
Y claro… el azúcar no nos beneficia en nada; de modo que, si quieres darle un empujón a tu metabolismo, es importante que controles tus ansias de comer alimentos dulces. Consumidos en exceso, los azúcares simples provocan la producción de insulina, una hormona que favorece el almacenamiento de grasa y, por tanto, el aumento de peso. Reemplaza con carbohidratos complejos, cuya digestión requiere casi tanto esfuerzo como la de las proteínas. (cereales y harinas integrales, frutas, verduras y legumbres).
Más horas de sueño.
¿Sabes quién es la grelina? ¡Una hormona muy odiosa! Porque es la que se encarga de provocar el hambre.
La falta de sueño tiene efectos nocivos sobre el metabolismo, porque dormir poco y mal puede provocar un aumento de la grelina y una disminución de la leptina, la hormona de la saciedad.
Si combinamos el exceso de comida, la falta de ejercicio y el cansancio, todo eso resulta en menor actividad, es decir, un metabolismo más lento.
Menos estrés.
El estrés también juega en nuestra contra a la hora de activar el metabolismo y bajar de peso.
En efecto, aumenta tu nivel de insulina, lo que desencadena la sensación de hambre y ya sabemos lo que sucede con respecto a eso…
Así que no dudes en practicar actividades relajantes como yoga o mediación o cualquier actividad que te guste, que disfrutes y que te relaje.