Alimentos alcalinos a incluir en tu dieta para prevenir enfermedades.

Nuestra salud depende en gran parte de nuestra alimentación y no sólo de los nutrientes que nos aporta.

En nuestra alimentación tiene mucho que ver la acidez del organismo y en especial, el equilibrio ácido-básico que logramos mantener gracias a los alimentos alcalinos.

Es decir, que existen alimentos ácidos para el cuerpo a los que denominamos “acidificantes”, así como alimentos alcalinos, a los que denominamos “alcalinizantes”.

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Mientras los alimentos ácidos provocan la desmineralización del organismo con los riesgos de contraer enfermedades metabólicas.

Los alimentos alcalinos permitirán preservar al organismo y mantener el equilibrio ácido-básico.

Por lo tanto, el objetivo para mantener una buena salud es consumir la mayor cantidad de alimentos alcalinos posible, y evitar los alimentos ácidos.

Es imposible eliminar por completo el consumo de alimentos ácidos.

Reducir la cantidad sería una solución, pero también lo es alcalinizar el organismo mediante alimentos básicos alcalinos.

Consecuencias del desequilibrio ácido-básico.

El desequilibrio entre alimentos ácidos y alimentos alcalinos, implica consecuencias graves para la salud.

Estrés, fatiga e irritabilidad.

Un organismo ácido puede ser el reflejo de una mala alimentación, de un exceso de estrés, de fatiga, de nervios, de enfermedades crónicas, de dolores del nervio ciático, etcétera.

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Varios factores pueden afectar el equilibrio ácido-básico del organismo y así, entramos en un círculo vicioso.

La fatiga puede desequilibrar el pH del cuerpo y generar aún más fatiga, por ejemplo.

Los signos de un organismo ácido no siempre son fáciles de identificar.

Es por eso que simplemente debemos adoptar buenos hábitos de vida para prevenir este problema o para solucionarlo si ya está instalado.

Si sufres de dolores de cabeza, insomnio, dolores estomacales, alergias o mala digestión, existe la posibilidad de que se deba a un desajuste del organismo.

Pero también, puede ser consecuencia de la presencia excesiva de ácidos.

En este caso, es conveniente y recomendable adoptar una dieta alcalina, ya que un organismo demasiado ácido acelera el proceso de envejecimiento.

Aumento de peso.

Los ácidos en un organismo favorecen el aumento de peso que luego no será fácil revertir, aun cuando hagamos dieta.

El aumento de peso puede ser a veces incomprensible.

Para que el organismo recupere el equilibrio, es necesario consumir alimentos alcalinizantes y reducir todos aquellos que son demasiado ácidos.

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¡Cuidado! Cuando hablamos de alimentos ácidos, eso no tiene que ver necesariamente con el sabor ácido.

Se trata simplemente de alimentos que tienen tendencia a aumentar la acidez presente en la sangre.

Es lo que también se denomina “pH sanguíneo”. El limón, por ejemplo, tiene un sabor ácido, pero es muy alcalino a pesar de su gusto tan particular.

En caso de una tasa de acidez elevada en sangre, se aconseja un régimen alcalino.

Para lograrlo, debemos estar al tanto de cuáles son estos alimentos básicos o alcalinos que debemos incluir en nuestra dieta.

Alimentos alcalinos.

Frutas: cereza, banana, dátiles, melón de agua, fresa, mora, damasco, frambuesa, higo, pera, durazno, uva.

Vegetales alcalinos: espinacas, espárragos, aguacate, brócoli, zanahoria, ajo, remolacha, puerro, pimiento, algas, zapallo, coliflor, pepino, perejil.

Proteínas vegetales: semillas de zapallo, semillas de girasol, semillas de calabaza, almendra, castaña, semillas de lino.

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Proteínas animales: leche fermentada biológica, queso cottage reducido en grasas.

Especias y condimentos: jengibre, curry, mostaza, ají rojo, canela.

Es importante destacar que dentro de las bebidas recomendadas encontramos al agua mineral, los jugos de fruta naturales y jugos de verduras de hoja verde (batidos).

Alimentos ácidos.

Por definición, son los alimentos que contienen ácido en función de su pH.

Productos lácteos: manteca, queso, crema, leche de vaca o de oveja.

Frutas ácidas: ananá, kiwi, naranja.

Alimentos grasos: aceite de maíz, de aguacate, de girasol, de oliva, de uva, de sésamo.

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Cereales: centeno, arroz, maíz, cebada, avena, trigo.

Proteínas vegetales: cacahuate (maní), leche de soja, guisantes (arvejas), nueces de cajou, habas negras (porotos), avellanas, garbanzos.

Proteínas animales: carne de pato, de conejo, de cerdo, de cordero, de pavo, de pollo (a excepción de la pechuga de pollo), pescado, langostinos, camarones, cangrejo.

Bebidas y conservantes.

En lo que se refiere a las bebidas, incluimos las bebidas alcohólicas, los edulcorantes, los dulces y las levaduras que contienen ácidos.

Cabe destacar que las proteínas vegetales deben privilegiarse, contrariamente a las proteínas animales que son los alimentos más ácidos.

Los conservantes que se encuentran en los productos industrializados y los alimentos orgánicos, son una fuente de ácido para el organismo.

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Aquí tenemos una guía importante de los alimentos a privilegiar.

No decimos con esto que debemos eliminar los otros por completo, sino que, establecemos cuáles son los mejores para poder llevar una dieta equilibrada.

¿Podrías establecer un equilibrio entre unos alimentos y otros dentro de tu dieta?

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